El fanfarrón

Como íbamos a imaginarnos que no sabía nadar. Su bañador rojo conjuntaba perfectamente con el gorro de látex, y sobre el trampolín tenía tan buena planta como cualquiera. Es cierto que empezamos a sospechar un poco con la ejecución del doble tirabuzón del que siempre se jactaba, y que no le salió demasiado bien, y lo que pensamos que era un nuevo récord en apnea resultó ser algo bien distinto.

Ya han pasado cuatro días, y aunque nadie lo quiere reconocer aun, empezamos a pensar que lo de poder volver de entre los muertos también era un farol.


Micro relato enviado al concurso "Relatos En Cadena", de la SER. Frase de inicio: "Como íbamos a imaginarnos que no sabía nadar"



 

  

Hasta la sepultura.

Su marido era insufrible. Y le diré más, nos tenía a todos tan hartos, que llevábamos meses planeando matarle. Pero ya sabe lo que pasa en este pueblo, no es fácil ponerse de acuerdo. 

Aunque ideas no faltaron. Manolo, el carnicero, quería rebanarlo en filetes muy finos, que tienen mejor salida. Loli, la del bar, y su novio ruso, abogaban por unas gotitas de polonio en el coñac, y Juan, el berzas, era partidario del garrotazo y al hoyo.

Esta noche era la votación, y todo el pueblo iba a participar. Señora, que quiere que le diga, lo del infarto me parece una desfachatez.  


Micro relato enviado al concurso "Relatos En Cadena", de la SER. Frase de inicio: "Su marido era insufrible".