Colaboraciones...¿Quien sabe?

Inauguramos la etiqueta "colaboraciones" con un relato de un sobrino con talento para esto de las letras...


¿Quién sabe?

¿Qué es este dolor? Fragmentos… nunca lo entendí, quizá nunca quise, otros decían cosas parecidas…Pero como tiendo a decir, ¿Quién sabe?...Un dolor basado en fragmentos, un dolor que nunca se hizo físico, que todos dicen comprender, y hubo veces que yo dije a otros que comprendía, un dolor causado a través de palabras supuestas felices, un dolor, falso, pero que aun así daña como una flecha recién atravesada en un cuerpo vivo… Hecho para destruir, para cercenar sin culpa, tan solo la nuestra propia…Debería llorar, pero el dolor hace que me contenga las lágrimas, quiero gritar, pero tampoco puedo, estoy suprimido tan solo por nunca haberlo dicho, por perder aquella oportunidad, decidí denominarlo así, pero ¿Quién sabe?...Quizás nunca la tuve, eso es algo que ya nunca sabré…




Desconectando de la realidad...

Desde ese día nadie vende barquillos en el parque, nadie reparte publicidad en los semáforos, y nadie saluda a nadie al cruzar la esquina. Todo contacto humano fue poco a poco desapareciendo, absorbido por pequeñas pantallas de colores tan nítidos como engañosos, y tan intensos como adictivos. Nos harían la vida más fácil, decían, y con ese pretexto dejamos que invadieran nuestro cerebro para gobernar nuestras decisiones, optimizar nuestros pensamientos y, en definitiva, vivir por nosotros. 




Micro relato presentado al concurso "relatos en cadena". Frase de inicio: "Desde ese día nadie vende barquillos en el parque".

Pasado perfecto.

8 de diciembre de 1980. La fecha quedó grabada en el ordenador de a bordo, y una vez encendidos los propulsores, la nave inició su viaje, rumbo al día en que sus padres se conocieron.

En ese momento buscaría la manera de deshacer el encuentro, evitando de esa manera la posterior boda; su desdichado nacimiento, y todo lo que vendría después.


Y sobre todo; verla cara a cara, y no en imágenes, bien merecía el viaje.