No paran de preguntar por mi cada
día a los de las batas blancas. Luego se sientan a mi lado, y me cuentan
historias que deambulan por mi mente durante un instante, buscando algo a lo
que agarrarse, pero que luego huyen difuminándose en el viento.
Quizá por eso permanezco junto a
la ventana, buscándome en la tenue brisa la de tarde, o entre los remolinos que
preceden a la tormenta, anhelando una pista que me lleve hasta ese día en el
que alguien se ensaño con mis recuerdos, hasta no dejar rastro de mí.
Micro relato enviado al concurso "Relatos En Cadena", de la SER. Frase de inicio: "No paran de preguntar por mi"