Micro relato para REC. Eternos traviesos.

Desde el día que murió no paró hasta encontrarme; y aunque me la tenía jurada por haberme ido sin él, al poco tiempo me perdonó y todo volvió a ser igual que siempre.

En el cielo nos echaron al día siguiente de estar juntos; y aquí en el infierno nos han dado el último aviso. Mira que son flojeras…


De todas formas, mi hermano dice que si nos echan siempre podemos volvernos con mamá y Don Pantuflo, que seguro nos  echan de menos… 


Micro relato para REC. Zénit onírico.

Otra vez en verde; y van diez; todos los semáforos en la última calle. En la radio suena su canción favorita, y se deja llevar tarareándola. En su trabajo le acaban de ofrecer un ascenso, y la camarera rubia del bar de la esquina le ha escrito su número de teléfono en el tique de la comida.


Y pese a esa sensación extraña por la que le parece estar escuchando como si alguien le gritase dentro de su cabeza, y esa babilla incipiente en la comisura del labio, diría que es el mejor día de su vida.


Recaida a los infiernos. Micro relato para REC.

La casa ha empezado a llenarse de hormigas; que van y vienen, cargando con pequeños pedazos de su existencia; y desapareciendo después por aquella aguja ennegrecida con la que tantas veces intentó recomponerse.

Mas abajo acuden los gusanos; lentos pero certeros; voraces devoradores de soledad.


Y casi al final de su descenso le inunda la tristeza; no por su destino, que merece; sino por aquella promesa rota, por la que tendrá que rendir cuentas; y por no saber, una vez más, que decir…