Cuando los extremeños buscamos
destinos de playa no demasiado lejanos para aliviar el calor estival de nuestra
tierra, normalmente recurrimos a la Vía de la Plata, que en dirección al sur
nos ofrece una amplia variedad de lugares a poco más de tres horas en coche.
Entre los muchos enclaves elegidos
suelen estar las playas de la costa de Cádiz, y entre ellos, uno del que hoy
quiero hablaros, que es el municipio de Chipiona.
Chipiona es un pueblo situado en la
costa gaditana, en concreto entre las localidades de Rota y Sanlúcar de
Barrameda, y muy cerca de la desembocadura del rio Guadalquivir.
La población de este bonito pueblo
es de unos 20.000 habitantes, cifra que se multiplica varias veces en la época
estival. Ello hace que su principal fuente de ingresos sea el turismo, seguido
de la pesca y la agricultura.
Pese a ser un destino estival muy
visitado, Chipiona conserva su aroma de pequeño pueblo costero, con barrios de
casas bajas de fachadas encaladas y un ambiente en las calles muy familiar y
agradable.
Como en casi todas las ciudades y
pueblos, en este caso es el centro de Chipiona, con su mercado de abastos, y
sus calles llenas de tiendas y mercadillos, uno de los motores principales de
la actividad de este lugar, cuyas actividades principales, aparte,
evidentemente, del turismo, son la floricultura, siendo uno de los principales
productores de flores cortadas del país, la viticultura, en concreto con la
producción del vino Moscatel, y la pesca.
Las playas.
El término municipal de Chipiona
cuanta con seis playas, cada una con características diferentes, pero todas con
el denominador común de su arena fina y blanca.
Desde el Oeste, lindado con Sanlúcar
de Barrameda, hasta el límite con Rota, se extiende las playas de Montijo, de casi 3,5 km de playa
semisalvaje, Cruz del Mar, pequeña
playa junto al puerto deportivo de Chipiona; la cala de las canteras, muy cerca del faro de Chipiona, la playa de Regla, situada entre el faro y el
santuario de Regla, y quizá la más conocida de todas; la playa de Camarón, famosa por su paisaje dunar, y
por último, la playa de las tres piedras,
que enlaza Chipiona con Rota.
Las aguas de estas playas tienen una
alta concentración de yodo, lo que les otorga unas facultades curativas
conocidas desde hace más de cien años, según estudios realizados en
la época. En total, Chipiona dispone de más de doce kilómetros de
litoral, de los cuales 7.600 metros conforman cuatro de las playas principales.
El faro.
De visita obligada si vienes a este
pueblo. Eso sí, hay que concertar la visita con cierta antelación, ya que suele
haber lista de espera.
En la visita guiada nos contaron que
el faro fue obra del ingeniero catalán Jaime Font, siendo necesarios cuatro
años para su construcción, concluida en 1867. En su construcción se emplearon
tanto piedra arenisca como ostionera obtenidas de las canteras autóctonas.
Se construyó para indicar la entrada
del río Guadalquivir, teniendo una altura de 72 metros sobre el nivel del
mar. Es el más alto de España, el tercero de Europa y el quinto del mundo.
Son 344 escalones, pero las vistas
una vez salvados, como podéis observar, merecen mucho la pena.
Este faro además tiene la
particularidad de que es aeromarítimo. Este tipo de faros se caracterizan por
alcanzar su haz luz la misma distancia en horizontal como en vertical,
sirviendo así de ayuda a los aviones. En este sentido, su lámpara es halógena y
alcanza ochenta millas en destellos cada diez segundos.
Iglesia de Regla.
Otro enclave que merece la pena
visitar es el Santuario de Regla.
El Santuario de Regla es de estilo
gótico, y posee tres naves, la central y las dos laterales más el presbiterio.
Destaca el Claustro mudéjar del S. XV, la Biblioteca y el Camarín de la Virgen.
Como curiosidad hay que destacar que
la imagen de la virgen tiene el rostro negro. Según la leyenda la imagen data
del año 300 d.c. y fue mandada a construir por San Agustín, obispo de Hipona,
ciudad situada en África, de ahí el color de piel de la virgen.
Centro de interpretación.
Situado en la Avenida de la Laguna,
junto a la playa del Camarón, este pequeño centro supone un importante espacio
para el análisis y estudio del Camaleón, especie animal autóctona de Chipiona,
así como de toda la zona natural de la localidad.
Además de conocer en algunos videos
las artes de pesca en los corrales y la fauna de Chipiona, se pueden ver en
libertad, varios ejemplares de camaleón, aunque, eso sí, debido a su tamaño,
hay que fijarse muy bien y seguir las recomendaciones de los guías.
Puerto deportivo.
El puerto de Chipiona es pesquero y deportivo,
siendo a primera hora muy activa la lonja, con la descarga de urtas, róbalos,
pargos, cazón y lenguado entre otras especies. La zona pesquera está en la zona
norte del puerto.
Paseo marítimo
El paseo marítimo de Chipiona es un
lugar ideal para pasear al atardecer, cuando el calor del sol ha remitido y la
brisa refresca nuestro camino. Desde Regla hasta el puerto, pasando por el
faro, el castillo y la cala de las Canteras, el paseo marítimo nos ofrece un
paisaje repleto de matices propios de un pueblo costero.
Si estamos atentos, seremos testigos
de una bellísima postal donde el sol se refleja en tonos rosados antes de caer
dormido en brazos del atlántico, y donde, al caer la noche, el haz de luz del
faro se pasea por el precioso cielo nocturno de este bello enclave de la costa
gaditana.