Si queréis leer el relato en la web del blog, podéis hacerlo en este enlace:
http://estanochetecuento.com/el-viejo-almendro/
El viejo almendro.
En los
días sucesivos la vida giró alrededor del viejo almendro. Los animales se
acostumbraron a vivir bajo su sobra, y la abuela encontró consuelo en el
arrullo de sus ramas reverdecidas, en el frescor blanquecino de sus flores, y en
el vapor de la almendra madurando al amanecer.
El día
que el sueño eterno le sobrevino, la encontramos sobre un manto de flores
blancas, junto al viejo almendro; ahora con más vida que nunca.
Al
ver su cara, templada y en paz, brotaron de mis ojos las lágrimas que no habían
surgido el otoño anterior. En cierto modo, sabía que cuando el abuelo nos dejó,
ella, cada día, moría un poco por volver con él.