Micro para ENTC. Infestación

Os dejo mi aportación de este mes para el concurso de relatos del blog "esta noche te cuento".

Si quereis leer el relato en esta web, lo podeis hacer en el siguiente enlace:

http://estanochetecuento.blogspot.com.es/2013/08/ago119-infestacion-de-alfonso-carabias.html



Sus palabras me dejan por momentos desconcertado, sin reacción, pero en un instante mis sospechas se vuelven certezas y todo cobra por fin un sentido claro e inequívoco. 

Que el primer exterminador no consiguiera acabar con ellos no lo consideré más que el fruto de una incompetencia dispersa con la que de cuando en cuando uno se cruza.

El que la segunda empresa tampoco lograse su cometido me pareció una variable más dentro de una casuística anárquica que no terminaba de entender.

Pero el tercer intento llevó a mi casa un hombre de atuendo oscuro y tez sombría que apenas necesitó un momento para establecer un dictamen que cayó sobre mí como el mazo de un juez que dicta sentencia. 

Creo que siempre lo supe, o quizá lo sospechara, aunque en ningún caso lo quería reconocer;  cuando ese hombre, o lo que quiera que fuese, dijo que los gusanos que desde días atrás infestaban mi casa y mi vida no provenían de ningún sitio en general sino de mis entrañas en particular los acontecimientos se precipitaron; reconocí lo irremediable y eché la vista atrás, dejando a continuación que todo siguiera su curso hasta el final.  

Micro. Insert coin.



Salgo de casa sin pisar las juntas del suelo y recojo con la mano izquierda el periódico que Armando me lanza al verme. Se nota que ha mejorado la técnica. Continuo calle arriba sumando dígitos de las matriculas de los coches que me pasan; hoy casi no lo consigo con tanto tráfico. 

Ya en la avenida me cubro los ojos con el pañuelo de mi bolsillo y cruzo a diez metros del paso de peatones; pero desde que tú cruzaste los conductores son más prudentes. 

Creo que no entienden que me estas esperando en el siguiente nivel con vida nueva.

Micro. Pedaleando en el olvido.



En el tercer intento Pablo se tambalea ligeramente al compás de sus dudas; aunque después de apenas tres pedaladas mira al frente y poco a poco consigue avanzar por sí mismo.

Su hijo enjuga una lágrima en su mejilla antes de que su padre de la vuelta al final de la calle, esbozando una sonrisa al verle regresar sobre la bicicleta que tantas veces usó. 

Dicen que montar en bici no se olvida nunca; el resto de recuerdos, que el maldito alzhéimer le niega, serán más difíciles de rescatar.