- ¿Y esto?
- Refrescos de frambuesa, es lo
único que sirven aquí; ¿sabes? me he enterado de que el barrendero ha
secuestrado al alcalde y lo tiene limpiando su casa, y que el cartero reparte
el correo en ala delta.
- Lo sé; estas fiestas son famosas
porque hay un día en el que se permite hacer cualquier locura, y la más
original se lleva un premio. ¿Quieres que participemos?
- Bueno; pero ya me dirás que has
pensado, porque aquellos están pintando el ayuntamiento de rosa con lunares.
- Pues aquí en frente hay una
iglesia y tengo dos anillos. ¿Qué me dices?
Alfonso, un microrrelato con aires surrealistas que acaba con todo un hecho de locura muy arraigado como el matrimonio.
ResponderEliminarMe gustó esa sorpresa final.
Un abrazo.
Gracias por el comentario Nicolás; probablemente la de estos chicos no fuera la locura mas ocurrente, o la mas arriesgada, pero posiblemente si fuera la mas sana, al menos a mi modo de ver.
EliminarUn saludo.
Original si es la idea, nunca he visto a un párroco con anillos en las orejas...
ResponderEliminarSalud-os
Yo tampoco Armando, pero cierto es que no suelo ir a la iglesia.
ResponderEliminarUn saludo.
Buenisimo, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBueno, es un micro relato un poco loco, pero se trataba de contar historias disparatadas y esta es una de ellas.
EliminarUn beso guapa.
Jajajá...yo creo que esta serie de viajes está resultando de lo más divertida. Creo que todos, en mayor o menor medida, sacamos a relucir nuestro buen humor por el verano y el descanso, y las historias se convierten en menos tórridas.
ResponderEliminarOriginal y divertido,
un placer como siempre acudir de visita.
El verano y sobre todo las vacaciones son periodos ociosos en los que suele predominar el descanso y buen humor, y si hay que escribir sobre viajes, todo influye.
EliminarUn saludo Laura.
Me recuerda a las Saturnales en Roma, una época donde se daba la vuelta a muchas cosas, pero con más romanticismo. Es una buena fiesta que deberían instaurar en todos los pueblos. Y por supuesto, siempre es bueno andar con dos anillos en el bolsillo, por si acaso... : )
ResponderEliminarCoincido contigo Alba, un poco de locura sana es recomendable y debería ser obligada por prescripción medica.
ResponderEliminarUn saludo.
¿Para qué si no hicieron las fiestas? Pues eso,..., que mañana ayunaremos.
ResponderEliminarUn saludo
Juan M
Las fiestas siempre son bienvenidas Juan Manuel, cuidemoslas...
EliminarUn saludo.
Genial Alfonso, una locura perfecta, ya luego si se arrepienten acabadas las fiestas, eso es otra cosa.
ResponderEliminarGenial locura, bien sostenido el interés hasta el final.
Gracias Rosa, veo que te estas poniendo al dia con mi blog. En este caso te diria que las bodas son a mi modo de ver una locura sana, siempre que los antecedentes sean lógicos.
ResponderEliminarSaludos.