Te reinsertan en unos grandes almacenes, arrastrado por una corriente de aire que recorre los pasillos sin descanso.
Al principio cuesta adaptarse, pero cuando logras domar el viento, surgen nuevos retos, como atravesar el vidrio de los escaparates sin dejar rastro, buscar refugio por las noches entre las sábanas de la colchonería, o esquivar el aroma pegajoso y dulzón que sale de la perfumería.
Y cuando todo parece bajo control, queda lo más difícil: encontrar ese objeto entre miles, uno compatible, donde depositar tu esencia, y esperar a que ella lo encuentre, lo toque con sus manos, y entonces vuelva a surgir la magia.
Microrrelato enviado al concurso "Relatos En Cadena" (REC), de la SER.
Frase de inicio: "Te reinsertan en unos grandes almacenes"
Relato nº 391 desde el origen del blog.
Al principio cuesta adaptarse, pero cuando logras domar el viento, surgen nuevos retos, como atravesar el vidrio de los escaparates sin dejar rastro, buscar refugio por las noches entre las sábanas de la colchonería, o esquivar el aroma pegajoso y dulzón que sale de la perfumería.
Y cuando todo parece bajo control, queda lo más difícil: encontrar ese objeto entre miles, uno compatible, donde depositar tu esencia, y esperar a que ella lo encuentre, lo toque con sus manos, y entonces vuelva a surgir la magia.
Imagen de Erich Westendarp en Pixabay
Microrrelato enviado al concurso "Relatos En Cadena" (REC), de la SER.
Frase de inicio: "Te reinsertan en unos grandes almacenes"
Relato nº 391 desde el origen del blog.

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