Cuanto me echaba de menos, y la promesa de que muy pronto volveríamos a estar juntos solían estar subrayados en todas sus cartas, que yo leía con una ilusión que se quebró repentinamente cuando me comunicaron que había sido herido de gravedad en combate. Los médicos no me dieron esperanza, y en la vigilia pasaba cada día rezando a Dios o a todo aquel que pudiera ayudarme a revertir un destino que no merecíamos. Y fue pasada aquella noche, tras una tormenta que pareció traspasar el mundo, cuando un milagro reescribió nuestro futuro, y el cruel “fin” tornó a un esperanzador “continuará”
Microrrelato enviado al concurso "Relatos En Cadena", de la SER. Frase de inicio: "Cuanto me echaba de menos".
Relato nº 333 desde el inicio del blog.
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