Reseña de "Crónicas Marcianas", de Ray Bradbury.

En la reseña de hoy vamos a hablar “Crónicas marcianas”, una de las novelas más importantes del autor norteamericano Ray Bradbury, que además es un clásico de la literatura de ciencia ficción.


Portada de la edición publicada por Ediciones Minotauro para España. 

1.- Ficha bibliográfica.

Crónicas Marcianas es la tercera recopilación de relatos del autor norteamericano Ray Bradbury. La edición original fue publicada en 1950.

La edición objeto de esta reseña está editada para España por Ediciones Minotauro, en un volumen de 264 páginas que incluye un prólogo de Jorge Luis Borges.

2.- Presentación.

Crónicas marcianas es un conjunto de 25 relatos con ciertas relaciones entre sí, que narran la crónica de la colonización de Marte por parte de los habitantes de la Tierra en distintas expediciones.   

Cronológicamente los relatos se extienden desde enero de 1999 (“El verano del cohete”) hasta octubre de 2026 (“El picnic de un millón de años”), con un salto temporal de 21 años en la narración, concretamente desde diciembre de 2005 hasta abril de 2026, periodo en el que se desarrolla la guerra en la Tierra.

3.- Información del autor.

Ray Bradbury  nació en Waukegan (Illinois), el 22 de agosto de 1920, y se dio a conocer como escritor de novela fantástica, de terror y de ciencia ficción, escribiendo un total de 38 colecciones de relatos, entre las que destacan Crónicas Marcianas y Las doradas manzanas del sol, entre otros, diez novelas, entre las cuales está la aclamada Fahrenheit 451, y otros textos como poesía y guiones para teatro y cine.

Tras una vida muy prolífica, murió en Los Ángeles, California, el 5 de junio de 2012. A petición propia, en su lápida figura la inscripción “autor de Fahrenheit 451”

4.- Argumento.

Desbrozar el argumento de un libro de relatos no suele ser una tarea sencilla, y más aún cuando cada relato es único en sí mismo, aunque forme parte de un todo magníficamente encajado.

Aunque la temática general del libro puede ser la colonización de Marte por parte de los hombres de la Tierra en varias expediciones lanzadas a bordo de cohetes brillantes y plateados, en cuanto se rasca un poco en la superficie del texto, aparecen las historias más cotidianas, en las que el hombre cobra protagonismo.

“El verano del cohete” marca el inicio del cambio. La Tierra se ha visto sobrepasada por la condición humana, y el hombre busca en Marte su nuevo hogar, a imagen y semejanza del que poco a poco ha estado malgastando.

La llegada de las dos primeras expediciones (“Ylla” y “Los hombres de la Tierra”) se encuentran con una respuesta que no esperaban.

“La tercera expedición”, comandada por el Capitán Black, resulta víctima de anhelos pasados hechos realidad temporalmente.

La cuarta expedición (“Aunque siga brillando la luna”) se planta en un planeta vacío, cuyos habitantes han sido exterminados por la varicela. Tras explorar la belleza solitaria del planeta rojo, a uno de los expedicionarios, Spender, le surge la duda de si los habitantes de la Tierra merecen heredar un planeta como Marte.

En los siguientes relatos (“Los colonos”, “La mañana verde”, “Las langostas”, “intermedio”, “Los músicos”, “Un camino a través del aire”, “La elección de los hombres”, “Usher II”, y “Los viejos”) se narra la invasión de Marte por parte de los habitantes de la Tierra, y su interacción (“Encuentro nocturno”, “El marciano”) con los pocos supervivientes marcianos.

Poco después llega la gran guerra a la Tierra, y la mayoría de los humanos residentes en Marte deben volver a ayudar a sus seres queridos que aún permanecían allí (“La tienda de equipajes”, “Fuera de temporada”, “Los observadores”), y los que quedan en Marte aprenden a convivir, a su modo, con la soledad (“Los pueblos silenciosos”, “Los largos años” y “vendrán lluvias suaves”)

El libro acaba con un magnífico relato (“El picnic de un millón de años”) en el que una familia escapa de la gran guerra de la Tierra para poblar Marte definitivamente, no como los habitantes de la Tierra, sino como Marcianos.

5.- Personajes.

En este compendio de relatos tan bien escogidos hay gran cantidad de personajes que no dejan indiferente al lector. Algunos ejemplos serían:

Ylla, la señora K, una marciana que vive con su marido Yll, el señor K, en un pequeño poblado marciano, dentro de un matrimonio sentenciado por el tedio y la falta de amor, y que sueña con la llegada de un cohete del espacio, del que saldrá un astronauta que se acercaría a ella en silencio y le diría que es un habitante del tercer planeta llamado Nathaniel York.

El Capitán Wilder, responsable de la cuarta expedición, y su debate moral con Spender en una colina abandonada de Marte. Este no quiere que los habitantes de la Tierra mancillen un planeta tan bello, Y Wilder se debe a sus órdenes, aunque con una convicción cada vez menos fuerte.

Benjamin Driscoll, que lucha obsesivamente contra sus problemas respiratorios en Marte plantando árboles en el planeta rojo.

Willian Stendhal, que tras construir la Casa Usher II a tiempo, se cobra una justa venganza al expolio realizado en la Tierra con las obras literarias de Poe, Lovecraft y otros, a manos de los inspectores de Climas morales.

Tom, el marciano con la cualidad de cambiar de forma, y que por momentos transforma en realidad los sueños de los habitantes de un pequeño poblado, que ven de nuevo a sus seres queridos a través de Tom.

Walter Gripp se pasa gran parte de su vida buscando en un planeta Marte abandonado una mujer con la que vivir el resto de sus días. Después de varias peripecias telefónicas encuentra a Genevieve Selsor. Pero el encuentro no parece satisfactorio para Walter, que prefiere la soledad eterna del planeta rojo a una convivencia con Genevieve.

Hathaway, superviviente de la cuarta expedición, vive con su familia en Marte a la espera de que los habitantes de la Tierra vuelvan tras la guerra.  Allí se reencuentra con el Capitán Wilder, de regreso a Marte tras sus expediciones en Júpiter, Saturno y Plutón. Poco después de su encuentro, Hathaway muere, y Wilder descubre que realmente siempre estuvo solo en el planeta.  

6.- Opinión personal.

Aunque la temática principal del libro pueda parecer la ciencia ficción, a poco que el lector se sumerge en la prosa tan sencilla como poética del autor, se encuentra con relatos en los que la reflexión que hace el autor sobre el lado oscuro de la condición humana toma el protagonismo.

Relatos cargados de orgullos y egos heridos por un recibimiento inesperado, relatos donde cabe el miedo, la envidia, la soledad, las guerras, el afán por transformar un lugar con identidad propia en una copia de otro lugar, incluso la censura o la violencia como arma arrojadiza de la ignorancia.

Relatos en donde Marte es colonizado, arrasado por los humanos como si estos fueran una plaga de langostas en un campo de trigo y por momentos abandonado a su suerte, y donde los marcianos son exterminados por enfermedades de los hombres de la Tierra, se ven obligados a esconderse de los humanos, o simplemente, desaparecen.

En los relatos se mezcla la temática principal, la ciencia ficción, con pinceladas de western, sátira y comedia. Como curiosidades comentadas en el club de lectura en el que hemos debatido sobre este libro, cabe que resaltar que la mayoría de los personajes principales en los relatos son hombres, uno de los pocos puntos que queda en el “debe” de esta obra, y que las únicas referencias literales al “planeta rojo”, se realizan en el prólogo del libro, escrito por Jorge Luis Borges.

 7.- Me quedo con estas frases.

“Los niños de ojos de ágata azul, con las mejillas hinchadas de caramelos” (“Los músicos”)

“Cuando no se puede tener la realidad, bastan los sueños” (“El picnic de un millón de años”).  

 

 

 

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