Si
dijera que sentí dolor mentiría. Nuestro amor había quedado diluido hace tiempo
entre las rutinas del día a día, y salvo algún conato salvaje por animarla,
nuestra relación era un trasto viejo que no sabíamos dónde guardar.
Aun
así, algo quedaba; y la negociación se desarrolló de forma cordial. La zona
centro y el Rolls serían míos, y él se quedaría con la mansión y los locales de
la costa.
Las únicas
dudas surgieron cuando tocó decidir quién se quedaba con la modelo rusa que
estaba encerrada en el sótano, y que hacíamos con su novio, cuyo cadáver aun dormía
en el maletero de Hummer.
Micro relato seleccionado para la primera final semanal de la temporada 2019-2020 del concurso "Relatos en Cadena", de la SER. Frase de inicio: "Si dijera que sentí dolor mentiría".
Excelente relato. Me alero mucho de que te asomaras a la ventana. Mucha suerte.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias, Nani. La verdad es que después de unos cuantos años me sorprendió la llamada, pero eso es algo que siempre gusta.
EliminarUn saludo.
Qué bueno, un final sorprendente.
ResponderEliminarGracias, Manuela. Si, fue un acuerdo de divorcio un tanto raro, primero por la cordialidad, y segundo por el extraño reparto de "bienes".
EliminarGracias por pasarte. Un saludo.