Muchas personas tienen una facilidad asombrosa para
abstraerse del exterior y crear a su alrededor un microcosmos en cuyo reinado
se sienten seguros y protegidos del exterior, el problema les surge cuando
piensan que tras ese microcosmos todo el monte es orégano; y nada mas lejos de
su realidad.
Dos ejemplos recientes los tenemos en el político Guillermo Collarte y
el futbolista del Real Madrid Cristiano Ronaldo, últimamente apodado “la
princesa” y responsable de que la pregunta de moda en la red se ¿porque esta triste la princesa?
Este primer sujeto, que en su mundo no sabe que su sueldo
es casi prohibitivo y que ostenta un cargo público privilegiado se quejaba de
que en su situación apenas llegaba a fin de mes.
Y el jugador, a pesar de sus privilegiadas virtudes,
sueldo y demás, se queja de estar en comparación con otros jugadores poco
valorado y considerado en su equipo.
Reamente si estos dos personajes tuviesen constancia de
cómo esta la situación del español media se darían cuenta de lo siguiente:
Primero, que son unos privilegiados, ya que por muchas
virtudes que tengan nunca debería haber una desigualdad tan grande entre
personas iguales.
Segundo, si están ahí es, de un modo u otro, porque
nosotros los hemos colocado en ese lugar, i sea que deberían tener cierta
responsabilidad con según que actos y declaraciones.
Y tercero, porque el punto anterior pudiera llegar a
revertirse; sobre todo en el caso del político, de tal manera que pueden (o
debería) caer de su pedestal de privilegio con la misma facilidad con la que
han subido.
Afortunadamente en la mayoría de los casos las redes sociales se hacen eco y ponen a cada uno en su sitio, aunque solo sea virtualmente hablando.
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