Todo va a quedar entre guay y perfecto, les dice a sus compañeros mientras realiza los ajustes preliminares en los trajes.
Pese a su edad, siempre había sabido mantener el control y hacer valer su intelecto ante cualquier eventualidad, y aunque un cambio de ciudad y de colegio podría considerarse un desafío, siempre estaba dispuesto a encarar uno mayor, como la fusión fría de minerales básicos en un nuevo combustible, la generación artificial de aire respirable y el uso de ambos en un vehículo adaptado para viajar a Marte y regresar a la Tierra, justo a tiempo para llevar al cine a la presidenta del club de ciencias.
Imagen de Adis Resic en Pixabay
Relato nº 387 desde el origen del blog.
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