Todo va a quedar entre guay y perfecto, dice Amir mientras caminan a paso ligero por el sendero que lleva hacia el sur.
Su dolor en el pie se disuelve por un instante, y decide tomar la delantera, alentado por las imágenes de una nueva casa, que imagina junto a la playa, con tres habitaciones y un pequeño jardín donde correr con un perro grande y valiente, de esos que no temen nada.
Su padre, ya sin fuerzas para caminar llevando el cuerpo inmóvil de su hija, lo deja marchar, deseándole en silencio un futuro mejor. Entretanto, a su espalda, las bombas caen, cada vez más cerca.
Microrrelato enviado al concurso "Relatos En Cadena". Frase de inicio: "Todo va a quedar entre guay y perfecto"
Relato nº 386 desde el origen del blog.
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