381. Dientecitos.

Un maullido interrumpe el silencio de la noche, despertando a Mateo de su sueño. Mientras se incorpora, el niño nota cómo Mittens, su gato, salta a la cama, seguido inmediatamente por Luca, el pequeño compsognathus.

Mateo se despereza y empieza a separarlos. Sus padres, alertados por el ruido, acuden a la habitación. —Mateo, tu madre y yo decidimos regalarte el viaje al Jurásico por tus buenas notas, pero me da que no fue una buena idea, y una mucho peor fue que te escaparas en plena visita y trajeras a escondidas dos huevos de dinosaurio.

— Lo sé, papá, pero ahora no podemos devolverlos. Sé que se pelean mucho, pero ya se llevan mejor — respondió Mateo. La conversación es interrumpida por el bramido de Braulio, el diplodocus, cuya cabeza aparece a través del agujero practicado en el suelo.

— ¿Y qué me dices del diplodocus? Ayer nos llegó la factura del ingeniero por el recálculo de la estructura — protesta su madre. No podemos seguir así"

—Lo siento mamá —responde el niño, cariacontecido, y ajeno a que que debajo de la cama, tras romper el cascarón, se asoma una cría de tiranosaurio, a la que aún no ha puesto nombre.

Microrrelato enviado al concurso del blog "Esta Noche Te Cuento (ENTC)".
Tema del relato: Animales. 
Se puede leer el relato en la web del blog a través del siguiente enlace
Relato nº 381 desde el origen del blog. 


 

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