373. Un beso inesperado en el primer día de trabajo.

No sabe si será capaz de matarla, y se oculta tras el quicio de la puerta maldiciendo al destino por tan aciago cometido. Y aunque al principio disimula, ella le observa desde el fondo de la habitación, escondida en su duermevela. Con cierta dificultad consigue incorporarse, y le deja un hueco en la cama, invitándole a sentarse. Al materializarse junto a ella, la hoz cae al suelo. Ella le retira la capucha y acaricia su cara huesuda, recreándose en el mentón, en busca de un pequeño saliente que al final encuentra. Entonces le entrega la última lágrima por un beso que ninguno pensaba que volvería a dar.


Imagen de Alexander Grey en Pixabay

Microrrelato enviado al concurso "Relatos En Cadena", de la SER. Frase de inicio: "No sabe si será capaz de matarla"
Relato nº 373 desde el origen del blog. 



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