Fue imposible de explicar, en ese momento, que la chica más guapa del instituto ignorase al capitán del equipo de fútbol y al delegado de clase, para tirarle los tejos a Juan. Pasado ese instante de estupor, todos los presentes experimentaron cierta simpatía por el empollón de la clase, sentimiento que tornó repentinamente en una atracción sexual enfermiza. Juan salió corriendo de la clase, esquivando a la multitud enfervorecida que lo seguía, refugiándose en el despacho del director. Por su tono de voz, y como se desabrochaba los botones de la camisa, decidió que tendría que hacer algunos cambios en el trabajo de ciencias.
Imagen de Mohamed Hassan en Pixabay
Microrrelato enviado al concurso "Relatos en cadena", de la SER. Frase de inicio: "Fue imposible de explicar".
Relato nº 363 desde el origen del blog.
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