350. Dejar jugar solo en caso de emergencia.

Aún juega, sin avergonzarse, con nosotras, sus muñecas. Cuando vuelve del trabajo tomamos café en casa de Barbie y Ken, el resto de la tarde la pasamos haciendo terapia en la consulta de Nanci psicóloga, y por la noche echamos a suertes con los osos amorosos quien se queda a dormir con ella.

A veces la armonía se ve interrumpida por algún chico antipático que aparece en casa, y que le dice que ya es mayor para jugar con nosotras. En esos casos convocamos a los soldados, nos reunimos junto al lugar donde está recluido, y tras liberarlo esperamos ansiosas a que Chuky acabe con el problema. 

Imagen de ck en Pixabay



Micro relato enviado al concurso “Relatos en Cadena”, de la SER. Frase de inicio: “Aún juega, sin avergonzarse, con nosotras, sus muñecas”

Relato nº 350 desde el origen del blog.



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