349. Aullidos.

Solo puedo encogerme de hombros y esperar a que oscurezca oculto entre la maleza, con la esperanza de que en algún momento cese la vigilancia sobre el castillo.

Nunca llegué a entender la negativa a una relación que nació libre y que se transformó bajo el abrigo del amor verdadero. Nadie debería interponerse ante semejante despliegue de sentimientos, bajo el cual poco importan el linaje o las posesiones.

Los soldados siguen en guardia, pese a que ya es noche cerrada, y bajo el fulgor de la luna llena, escucho un aullido lejano, al cual respondo de inmediato, ya en mi estado natural, y con las garras afiladas para la lucha.




Micro relato enviado al concurso “Relatos en Cadena “, de la SER. Frase de inicio: “Solo puedo encogerme de hombros y esperar a que oscurezca”.

Relato nº 349 desde el origen del blog.



Comentarios