337. El chispazo.

Dejó la calle llena de líricos cadáveres tras la negativa del editor. Los primeros en caer fueron los personajes principales, faltos de carisma y profundidad, a los que ajustició con certeros puntos finales a vuelta de página. Después se deshizo de los secundarios, añadiendo letras suicidas en sus anodinas tramas. Como daño colateral de un mundo en deconstrucción, el narrador, sin nada que contar, fue consumiéndose, víctima de su propia omnisciencia. Después el autor se dejó arrastrar al abismo de la página en blanco, donde vagaba resignado cuando notó un chispazo en forma revelación, imágenes con sentido y armonía, una historia que contar. Ahora solo faltaba escribirla.



Imagen de Mohamed Hassan en Pixabay

Micro relato enviado al concurso “Relatos En Cadena”, de la SER. Frase de inicio: “Dejó la calle llena de líricos cadáveres”.

Relato nº 337 desde el origen del blog. 



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