Y ella finge que se lo cree, y
coloca cuidadosamente esa excusa entre los pliegues de una sonrisa impostada,
la misma que acumula sus llamadas de última hora, los fines de semana de
trabajo, los besos vacíos y las quince maneras distintas e infalibles de matar
a un marido infiel.
Micro relato enviado al concurso "Relatos en Cadena", de la SER. Frase de inicio: "Y ella finge que se lo cree"
Jopeee, menudo final!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Je je, de eso se trata en cierto modo, Nani, de que el puzle encaje siempre con una buena vuelta de tuerca final.
EliminarMe alegra que te haya gustado el relato.
Un saludo.