Deja unos puntos suspensivos tras la
última anotación en el libro. Después lo guarda cuidadosamente en el cajón de
su escritorio y regresa al puente de mando.
A esas horas, los gritos han cesado, y todo el que ha
querido irse lo ha hecho, o al menos lo ha intentado y se ha resignado después.
El no es de los que faltan a su destino, pero nunca le gustó
decir adiós.
cercano a ltema marino del ganador, lo estás rondando abrazos
ResponderEliminarGracias Maestro. La empresa es difícil, pero nadie dijo que no lo fuera.
EliminarSaludos.
Es bueno Alfonso, felicidades.
ResponderEliminarAbrazo.
Me alegra que te haya gustado, Miguel.
EliminarUn abrazo.
Una muy buena propuesta, Alfonso. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Izaskun. Esta difícil, pero el solo hecho de conseguir sacar un relato semanal ya reconforta.
ResponderEliminarUn saludo.