Siguiendo con mi idea de
compartir con vosotros todo lo que voy aprendiendo en el curso de escritura
creativa hoy quería hablaros de William Faulkner, otro de los autores
imprescindibles para todos los que queremos dedicarnos de algún modo al mundo
de la escritura.
Faulkner fue un narrador
y poeta
estadounidense
nacido en Misisipi el 25 de Septiembre de 1897.
Su escritura tiene una
marcada profundidad emocional, potenciando en ella el dialogo interior de los
personajes, saltos en el tiempo y el drama psicológico. Para ello utilizó ello
una larga y serpenteada prosa que en ocasiones cuesta seguir, además de un
léxico meticuloso. Recibió el el premio Nobel de Literatura del año 1949.
Como otros autores
prolíficos, sufrió la envidia y fue considerado el rival estilístico de Hemingway,
autor del que ya he hablado en entradas anteriores (sus largas frases
contrastaban con las cortas de Hemingway). Es considerado el único probable
modernista estadounidense de la década de
1930, siguiendo la tradición experimental de escritores europeos
como James Joyce,
Virginia
Woolf y Marcel Proust, y conocido por su uso de
técnicas literarias innovadoras, como el monólogo interior, la inclusión de
múltiples narradores o puntos de vista y los saltos en el tiempo dentro de la
narración.
En su relato “El oso”, leído
en este curso, Faulkner se influye de temas como la inmensidad salvaje del
bosque, la naturaleza y el coraje.
Y como propuesta de relato
en esta ocasión, teníamos que presentar un texto en donde se incluyese en algún
momento una “vuelta de tuerca”. En este caso os dejo un relato reciclado y ya corregido en el curso que
seguro que alguno reconocerá de entradas anteriores.
Sonríe, por favor.
Suspiró profundamente y
recogió dos cubiertos; los dos últimos, pero se alegró al pensar que así los
niños no discutirían.
Hallar siempre el lado
positivo de las cosas le animaba, y por ello aquel día salió temprano a la
calle, sabiendo que así se ahorraría el discurso de su casero y evitaría
encontrarse con aquel viejo tan insidioso como acaudalado que no paraba de
engatusarla con sueños comprados.
En la calle el sol se
elevaba mientras la chica de la esquina desmontaba su tenderete de cariños
vacios y en el callejón se cambiaban billetes por bolsitas de falsa felicidad.
Los caminos fáciles no iban
con ella, se recordó mientras entraba en la casa de empeños, reafirmándose en
su propósito de salir adelante por sí misma y sin perder nunca la sonrisa;
aunque aquel hombre encapuchado no se lo pondría fácil.
Alfonso, inquietante microrrelato que pone de manifiesto que en las casualidades también juegan las intenciones y predisposiciones.
ResponderEliminarQue disfrutes, estoy seguro que será así, del taller de escritura.
Abrazos.
Gracias por el comentario Nicolas. De momento el taller esta cumpliendo con las expectativas.
EliminarEn cuanto al relato, el listón está muy alto, pero a esta chica no le falta coraje.
Un saludo.
Alfonso. Te agradezco mucho que compartas esta información con nosotros. Me parece una iniciativa muy generosa :).
ResponderEliminarEn lo de las "vueltas de tuerca" ya ibas Cum Laude antes del curso, así que no creo que te sugiera mucho problema.
A seguir, Alfonso. Que todo esfuerzo tiene una recompensa. Un abrazo.
Pues si te digo la verdad Juan Antonio, el texto gustó bastante en la clase y solo se retocó una coma y en el título.
EliminarPero ya fuera de bromas, un curso presencial es algo muy recomendable para los que nos gusta escribir y disfrutamos con ello.
Un abrazo amigo.
Excelente micro, Alfonso.
ResponderEliminarTe contaré, anecdóticamente, que leí por primera vez a Don William siendo aún muy joven -tendría unos quince años- cuando me enteré que para García Márquez era algo así como su autor de cabecera. Desde entonces me quedé enganchado a sus frases interminables.
Un abrazo,
Esa Pedro es la caracteristica que confiere a Faulkner ese estilo tan caracteristico que tiene, y que a los que no estamos acostumbrados a sus larguisimas frases, nos costó tanto comprender.
EliminarComo consejo en el taller de escritura me recomendaron leerlo en voz alta, y la verdad, funcionó.
Un saludo Pedro y gracias por venir.
Hola, Alfonso.
ResponderEliminarNo conocía al autor, como a tantos otros, y me ha parecido que debo buscar algo de él y leerlo.
El micro me parece una preciosidad y cargado de elegancia al hablar de cosas tan duras.
Te tengo que felictar porque creo que le estás sacando mucho provecho a tu curso.
PD: Yo también ando en un curso de narrativa breve, intentando captar todo lo que pueda.
Besos.
Buenas noches Towanda.
EliminarCreo que hay muchos autores recomendables que los aficionados a la lectura y la escritura deberiamos leer para aprender de ellos y de sus estilos.
Me alegra que tu también estes cultivando tus letras en un curso. Ya nos contarás.
Un saludo.
Gracias por compartir tus peripecias con todos. Ha ganado en intensidad y diría que ahora es más literario incluso tu relato.
ResponderEliminarGracias Lorenzo. La verdad es que las frases añadidas me gustaron mucho desde el principio, pero en cien palabras era imposible encajar todo lo que queria decir.
EliminarMe alegra que te haya gustado. La semana que viene hablaremos de Gabriel Garcia Marquez y su "soledad"
Un saludo.