El farolero del uno de mayo.

Descansaba durante el día, aunque esa vez le fue difícil alejarse del murmullo efervescente de los cafés de la villa, donde las voces orgullosas se alzaban como estandarte del que se siente oprimido y solo piensa en rebelarse.

El 1 de mayo de 1808 se deslizó entre rumores, y al anochecer, con la Puerta del Sol repleta de compatriotas ansiosos de libertad, recogió su lanza, el candil de aceite y las mechas con las que encendió, entre las salvas y vítores de los insurrectos, la luz de los cuarenta faroles que separaban Sol del Palacio Real.


Micro relato enviado al concurso "Relatos en Cadena", de la SER. Frase de inicio: "Descansaba durante el día"

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