Hablando todo el día con el loro del vecino va sobrellevando su existencia. Le cuenta historias de tiempos pasados, cuando todo era más fácil. Entonces bastaba con un par de susurros tras el quicio de la puerta o una aparición puntual por la noche arrastrando unas cadenas para conseguir un poco de diversión. Ahora todo es distinto. Y no será porque no lo haya intentado, pero esa familia parece vivir completamente abducida por todos esos aparatos electrónicos del demonio. Y tras el incendio la convivencia fue aún peor. De hecho, hoy le han entregado la orden de desahucio.
Micro relato enviado al concurso "Relatos En Cadena", de la SER. Frase de inicio: "Hablando todo el día con el loro del vecino"
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