Síndrome de abstinencia


Si, soy su esposa; repite una y otra vez a los paparazzi, mientras los flashes centellean intermitentes captando cada curva de sus cuerpos.

Vuelve a decirlo cuando a él le conceden el “Oscar” a la mejor interpretación, que dedica, emocionado, al amor de su vida.

Lo reitera en la fiesta de celebración, mientras el alcohol riega las gargantas exacerbadas, y al dejarse llevar por la lujuria recorriendo cada centímetro de su cuerpo en la habitación del hotel.

Y lo susurra al día siguiente, en aquel callejón oscuro, temblorosa, y sin saber por qué, mientras aguarda al traficante de momentos felices e irrepetibles. 



Micro relato enviado al concurso "Relatos en Cadena", de la SER. Frase de inicio: "Si, soy su esposa..."