Demanda divina.


Hacía casi dos milenios que lo habían crucificado, señoría, pero no contentos con eso, el escarnio a mi cliente se repetía año tras año bajo la complicidad paterna, y obviando, como se demuestra en el informe pericial, que el revestimiento de los clavos no era galvanizado, y que la reposición del barniz nunca estuvo incluida en el libro de mantenimiento de la cruz.

—Oye… ¿ese no será el abogado del diablo?

—El mismo.

—Pues mucho me temo que no va a haber dinero en la tierra que cubra esta demanda.

—Y espérate, que como llamen a declarar a San José, ni en la tierra ni en el cielo.


Micro relato enviado al concurso "relatos en cadena " de la SER. Frase de inicio: "hacía casi dos milenios que lo habían crucificado"

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