Los
rincones vacíos de la casa ya desmantelada se curan heridas pasadas, respirando
silencios contenidos en un eterno duermevela.
De
cuando en cuando, un golpe seco que solo ellos consiguen oír agita sus miedos,
que al mezclarse con el aire forman una fina escarcha que traspasa el suelo,
haciendo temblar los cimientos, y avivando la grieta del tabique que oculta el
armario donde fue encerrado.
Micro relato enviado al concurso relatos en cadena, de la SER. Frase de inicio: "Los rincones vacios de la casa ya desmantelada"
Al final todo se descubre...
ResponderEliminarBesicos muchos.
Lo que ocurre es que todos temen el final...
EliminarUn saludo, Nani.