Micro relato para REC. Pecados de un dios menor.

Poco antes de que los domingos fueran amargos, las caricias parecían inocentes; los consejos, sabios; y las formas; bienintencionadas.

Las risas más sinceras aun no habían enmudecido bajo crueles silencios, y las lágrimas no se habían derramado en ríos que arrasarían con la fe más inquebrantable. 


Poco antes de que la palabra dejara de ser sagrada; la sangre aun no se había derramado. 


4 comentarios:

  1. Al final todo apariencia, espero que no fuera mucha la sangre derramada. Inquietante.

    Saludos Alfonso.

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  2. Mucha o poca, la sangre derramada ya no tiene vuelta atrás, Yashira.

    Gracias por pasarte. Un saludo.

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  3. Uy, muy etéreo e inquietante. Me gusta ese final tan dramático.
    Besicos

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  4. Bueno, quizá el final se veía venir, pero el que siembra vientos...

    Un saludo Izaskun.

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