El
lápiz con el que ella, cada mañana, se lo dibujaba, cayó en el olvido,
arrinconado entre miradas huidizas y silencios de ida y vuelta.
Pasado
el tiempo, decidió que lo mejor era cambiar de estrategia, y probó a enviarle
un emoticono, que tras un “doble check”, y un eterno “escribiendo”, fue
respondido satisfactoriamente.
Luego
llegaron varios “me gusta”, la solicitud de amistad… y algo mas, una
proposición atrevida que llegó a ser “trending topic”, y por último, el video
de una declaración de intenciones que se hizo viral.
Eso sí;
por las noches, cuando nadie mira, el amor, a la antigua usanza.
Modernidad y antiguas costumbres, una buena mezcla para seguir amando en tiempos digitales. :) Espero que tengas mucha suerte en próximos intentos amigo Alfonso, y que tu blog siga en buen estado literario durante mucho tiempo. Un abrazo.
ResponderEliminarQué bueno,Alfonso. Es de lo mejorcito que te he leído últimamente, y ya antes me gustaban tus letras... Enhorabuena.
ResponderEliminarBesicos
Laura, Izaskun; gracias por vuestra visita y los comentarios.
ResponderEliminarSaludos a las dos.