Vuelven a dejarlos debajo de sus camas, y se acuestan nerviosos. A
muchos les cuesta conciliar el sueño.
Las reglas eran claras, pasado un
año, desenterrarían los cofres y los abrirían uno por uno.
Ganaría el secreto mejor
guardado, el más inesperado, el que dejara a todos con la boca abierta.
Al día siguiente todos recelan de
Mario, de cuya caja, la más grande de todas, emana un olor nauseabundo.
Madre mia que final, Alfonso hijodemivida. Apoteósico.Me ha encantado.¿Seguro que tenias linea telefónica?
ResponderEliminarAbrazos.
Ja, ja, si que tenía Izaskun, pero como en otras semanas, el nivel estaba alto.
EliminarEn cualquier caso, mejor recompensa que vuestros comentarios, ninguna.
Un saludo.