Antropofobia.
Volví a enfocar su figura
uniformada en la mirilla del rifle. Estaba desconcertado y vagaba sin rumbo
fijo entre silencios. Tras una nueva vacilación, acerqué el dedo al gatillo y
deje salir al proyectil.
Comprobé que no se movía y me dejé
ir un instante, con el sabor agridulce del que acababa por fin su tratamiento, sabiendo
que la persona que podría certificar su mejoría yace en el suelo, víctima de su
peor paciente.
Dura la solución Alfonso. Una buena apuesta.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Muy bueno, Alfonso; no le ha dado tiempo al psiquiatra a curar a su paciente. El título da la pista final.
ResponderEliminarParece que el tratamiento no funcionaba muy bien...;) Bueno, Alfonso. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Ostras, qué duro! Muy buen disparo Alfonso.
ResponderEliminarMil besos
Está claro que no estaba recibiendo el tratamiento adecuado. Muy bueno, Alfonso. A por el ser diminuto.
ResponderEliminar