Sí, pero…
La intención de seguir siendo solo amigos se convirtió en
realidad el día en el que, después de un nuevo desliz, establecieron, de manera
precisa, las condiciones del derecho a roce.
O conmigo…
La intención de seguir siendo solo amigos se desvaneció
justo al verla con ese tipo. Después, apretar el gatillo fue fácil.
Pues sí, cuando le ves con otro, es más fácil decidir ser solo amigos.
ResponderEliminarBuenos intentos Alfonso, besos.
Curiosos extremos en ambos relatos: civilización y barbarie, el acuerdo y las balas. Fabulosos los dos.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Coincido con Juan M, los dos extremos de una relación de "solo amigos". Un abrazo, Alfonso.
ResponderEliminarMuy amigos, muy amigos no sé yo... Je je.
ResponderEliminarAbrazos
Dos apuestas Alfonso, muy interesantes. Felicidades.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Buenas apuestas, Alfonso. Parece que esta semana la frase nos ha inspirado mucho a todos. A ver la que viene, que se las trae.
ResponderEliminarBesos
Nos has mostrado lo larga y cuánto cabe en esa cota del "solo amigos". Buenas propuestas Alfonso. Te sigo leyendo, aunque tarde. No te me pierdo amigo. Un abrazo. :)
ResponderEliminar¡¡Hiperbuenos!!!
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