Como
cada año en el mismo día, los vecinos se dividen entre los dos ejércitos, se
enfundan en sus uniformes, preparan sus armas, repasan sus estrategias y se
citan en el campo de batalla para teatralizar antiguas rencillas ya olvidadas.
Este
año él se encarga del espectáculo pirotécnico. Lleva mucho tiempo esperando esa
oportunidad; y mucho tiempo sin olvidar.
Ay madre...que me parece que la va a liar. ¡Lo puñetera que es la venganza, pero qué rica sabe!
ResponderEliminarBesotes