Si queréis leer el relato en la web de ENTC podeis hacerlo desde este enlace:
Como cada Nochebuena
A su llegada el sol ha caído y el
viento azota con fuerza las desvencijadas ventanas de la casa.
Nadie repara en su presencia
cuando entra en el salón, y como cada Nochebuena desde hace seis años se sienta
en un rincón pasando completamente desapercibido.
Las tres ancianas aguardan en la
mesa con la cena preparada y el fuego crepitante. Él cierra los ojos y
pronuncia unas frases en voz queda. Antes de que las acabe ellos entran en la
sala y se sientan junto a las ancianas.
La velada transcurre entre
conversaciones triviales y gestos contenidos. Antonia es la más feliz en la mesa.
Sabe que en un año se reunirá para siempre con su marido y no puede reprimir su
alegría. El resto tendrá que aguardar algo más, pero al menos saben cuando y
como.
Suerte con tu inquietante ser robaalmas. Esperemos que las lleve a buen lugar y las devuelva de vez en cuando.
ResponderEliminarabrazos
Por Navidad se le encoge un poco la maldad y devuelve las almas a sus familias, pero de manera efímera, como la vida.
EliminarUn saludo Maestro.
Hola Alfonso. Me gusta mucho la temática y sobre todo de la manera que lo has planteado. Te deseo mucha suerte para diciembre. Un saludo. :)
ResponderEliminarPues la verdad Juan Antonio es que casi no llego a la cita. Quizá el relato es un poco triste, pero al menos están juntos por Nochebuena.
EliminarSaludos.