A grandes zancadas sobre las olas
le ve alejarse mientras intenta inútilmente ponerse en movimiento. Para cuando
lo consigue el villano de turno ya se pierde en lontananza.
Ya es el tercero que le vence. En
un principio achacó su debilidad a la kriptonita, pero luego descubrió que las
sobredosis de alabanzas y del líquido dorado y espumoso con el que
acostumbraban a salpicar sus triunfos eran aun más dañinas.
Ahora, defenestrado, deambula por
platós de mala muerte buscando algo de esa fama perdida mientras vuelven
recurrentes a su cabeza aquellas palabras de su padre; “hijo mío; protégelos,
pero no los subestimes o te humanizarán”.
Vamos alfonso, empezamos fuertes con superhéroes, no te veré flaquear en toda la temporada.
ResponderEliminarVamos a por el segundo. me gustó y espero que recupere que nos sobran villanos.
Un abrazo
Cierto es Maestro Montesinos que villanos en estos tiempos no faltan, y que son tantos que posiblemente tengan a nuestros héroes acomplejados y acongojados, pero en algún momento esto tendrá que cambiar.
EliminarAbrazos,
Nuestros héroes son nuestras mentiras, y tenemos que verlas (vernos) caer. Mejor con dignidad.
ResponderEliminarUn abrazo
JM
Cierto Juan M.; porque sin la dignidad no somos nadie.
ResponderEliminarUn abrazo.
El héroe que resurge (venido a menos) en un inicio de temporada para calentar motores. Las palabras de su padre tamborilean en su cabeza, igual que tu héroe quedará en mi memoria.
ResponderEliminarUn abrazo Alfonso y mucha suerte para "Erase una vez...." .... ;)
Gracias Laura; vamos a ver que se nos ocurre.
EliminarMañana paso a leerte.
Saludos.
Esta vez me has dejado un poco descolocado, pero por supuesto para bien. Has conseguido meter en cien palabras una historia de toda una vida y de un proceso de ascenso y posterior decadencia del protagonista (o al menos esa lectura saco yo). Enhorabuena.
ResponderEliminarPues si Juan Antonio, la idea del relato era esa, aunque resaltando el caracter humanizado que nuestro héroe estaba tomando al final.
EliminarSaludos.
Así de fácil, así de fácil es derrotar a los héroes, lo vemos a diario, la historia lo recuerda continuamente.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Cierto Armando,pero lo peor de todo es que no aprendemos de los errores.
EliminarSaludos.