La navidad es ese periodo de tiempo en el que aquel vecino te da ese saludo que durante el resto del año guarda para sí mismo, en el que aquel jefe cambia su perspectiva y deja de mirarte por encima del hombro y en el que cada ciudad y cada barrio compite en adornos e iluminación empleando un dinero que bien podría usarse en otros fines.
Un
tiempo en el que todos se creen mejores personas al ayudar puntualmente de una
u otra manera a los más desfavorecidos; donde se puede ver con facilidad a
ricos deportistas famosos pisando por primera vez un hospital público, y donde
todo el mundo se desea un feliz año con los mejores propósitos, en una especie
de tregua de la guerra librada durante el año y a la espera del siguiente
envite.
Para
el resto de los mortales es la época idónea para compartir con la familia y los
seres queridos y dejar que la ilusión de nuestros hijos nos contagie.
No
sabemos a dónde nos llevara el año próximo. Si el camino desemboca en buen
puerto, lo consideraremos justamente merecido por nuestro esfuerzo, dedicación
y convencimiento; y si no es así, siempre nos quedara el consuelo de que otros
compañeros tan dignos como nosotros abandonaron el camino tiempo atrás.
Felices
fiestas a todos.
Foto de: http://www.bancodeimagenesgratis.com/
Bonita reflexión para este día, Alfonso. Yo creo que tienes muchísima razón en lo de compartir, saludar a quien no saludamos habitualmente y todo lo demás. Lo que hace falta es prorrogar este espíritu y hacerlo visible el resto del año, o quizá ¡el año entero, aunque acabe en 13!.
ResponderEliminarUn beso de Navidad para tí y para todos los tuyos.
Así debería de ser Laura, aunque entonces la Navidad dejaría de tener esa peculiaridad que la hace distinta a otras fiestas.
EliminarPásalo bien con los tuyos. Un saludo.
¡Felices fiestas, Alfonso!
ResponderEliminarBrindemos por un 2013 que llegue con alegrías.
Un abrazo,
Te acompaño en tu brindis Pedro. Ojala 2012 sea un nuevo comienzo y las cosas vuelvan a su cauce.
EliminarUn saludo.