La visita


Nadie en varios kilómetros a la redonda sabría decir su nombre, esa mujer joven de tez blanca y ropas oscuras era totalmente desconocida para los vecinos del pueblo que pasaban observándola intrigados. José tampoco la conocía, pero verla permanecer frente a su casa durante tantas horas le producía una mezcla de curiosidad y desasosiego.
De repente la joven se levantó dirigiéndose a su casa. José abrió la puerta y la contempló, tenía el rostro más bello que había visto nunca y una expresión que transmitía serenidad.
La joven le dio un beso llevándose consigo su último aliento.

2 comentarios:

  1. Buen intento. Suerte.
    Un saludo indio

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias indio. Es el primero que mando o sea que muy logrado no estará, pero me apunto a lo de que "lo importante es participar".

    Un saludo.

    ResponderEliminar